miércoles, 26 de mayo de 2010

¿Qué tal gestionamos la pandemia?

La pregunta era de médicos para médicos. Internamente, se quería indagar, a nivel regional, sobre el flujo de información desde la autoridad sanitaria hacia los profesionales y viceversa, durante la pandemia gripal de 2009. Un poco aquello de “cómo lo hacemos y cómo podemos mejorarlo”.

Pues bien, contestando a la pregunta, es difícil imaginar que ante un problema de “gomas de borrar” un niño le pregunte a un experto en “sombreros de fieltro”. Un niño lo habría hecho mejor, porque habría sabido a quién preguntar.

El miedo y el deseo de controlar toda la información caló en el mensaje y desorientó a los profesionales.

Las contradicciones y bandazos no ayudaron mucho.

Por último, traduzcan bien y pronto: cualquiera podía leer con dos días de antelación, en una fuente original, lo que nos iban a contar dos días después.

Lo que leído a tiempo era anatema, se convertía dos días más tarde en una orden.

Creo que hay mucho que aprender de esta pandemia, pero la lección pasó, y el maestro ni está ni se le espera.

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